Una receta salada para la hora del té.

Scones de hierbas
Ingredientes:

400 g de harina 0000
1 cda de polvo para hornear
Tomillo c/n
Orégano c/n
Romero c/n
Albahaca c/n
150 g de mantequilla
100 cc de nata
2 huevos
200 g de queso de rallar
Sal y pimienta

Preparación:

Procesar la harina junto con la sal y la mantequilla fría hasta formar un arenado.

Incorporar los huevos y la nata. Luego añadir las hierbas y continuar el procesado hasta unir la masa.

Retirar la masa y estirarla con un espesor de 1 cm. Plegarla por la mitad y cortar círculos con un cortante redondo de 4 cm. de diámetro.

Pincelar con leche y espolvorear el queso de rallar.

Cocinar en horno fuerte a 200º C por 12 minutos.

Los quichés, pies o tartas, como les dicen en varias partes del mundo, son esos platos que se hacen rápido y solucionan el famoso “qué comer”. Hay miles de recetas porque en realidad podemos hacerlos de lo que queramos o más nos gusten y son siempre una opción a la hora de seguir una dieta.

Quiché de espinacas y calabaza

• 1 calabaza de 1 kilogramo
• masa filo o de hojaldre
• 400 gramos de espinacas
• 2 cebollas moradas
• aceite de oliva
• 100 gramos de queso feta
• ají molido

Preparación del quiché de espinacas y calabaza

Primero lo primero: encender y pre calentar el horno. Después colocas la calabaza pelada y sin semillas y cortada en rodajas de unos 2 centímetros de ancho en una fuente. Condimentas con sal y pimienta, sumas las cebollas cortadas en trozos y cocinas unos 20 minutos hasta que todo esté cocido.

Mientras tanto lavas las espinacas y cocinas en al vapor. Después les retiras el exceso de líquido y cuando la calabaza está lista pasas a un bowl amplio y agregas las espinacas. Revuelves un poco, agregas el queso feta y el ají molido y vuelcas sobre el disco de masa. Tapas con otro disco y con un pincel empapado en aceite pintas la superficie.

Cocinas en el horno hasta que la masa esté dorada y listo, tienes un quiché muy sabroso y colorido. Conviene dejarlo descansar unos 5 minutos antes de servir.

¿Te gusta el tofu? Tiene sus adeptos y hoy en día no es nada difícil conseguir buen tofu así que si te gustan los platos orientales hoy tenemos una receta sencilla y nutritiva con pasta y tofu japonés.

Bowl de pasta y tofu

• 200 gramos de tofu firme, colado, algo seco
• almidón de maíz
• 2 cucharadas de vinagre blanco
• 3 cucharadas de salsa de soja
• 2 cucharadas de azúcar
• aceite de girasol
• 1 atado de espárragos sin los tallos
• 50 gramos de judías
• 50 gramos de guisantes
• 1 dedo de jengibre rallado
• 400 gramos de pasta

Preparación del bowl de pasta y tofu

Primero combinas la salsa de soja con el vinagre y el azúcar en un bowl hasta lograr que los granos de azúcar se disuelvan. Metes dentro los trozos de tofu, cortados del tamaño de un bocado, dejando que absorba los sabores de la marinada por lo menos durante media hora. Cuanto más lo dejes, mejor.

Pasado el tiempo de marinada enciendes el horno y colocas el almidón en un plato. Pasas el tofu por aquí pero no descartas la marinada. Haces que el almidón empape bien el tofu y fríes los trozos en aceite bien caliente. Deben quedar dorados y algo crujientes. Los vas dejando sobre papel absorbente conforme se cocinan y después los llevas al horno caliente para que se conserven tibios mientras sigues la receta.

Colocas un litro de agua en una olla y vuelcas dentro la marinada. dejas que hierva y sumas los espárragos, los guisantes y las judías con el jengibre rallado y la pasta que hayas elegido. Cuando los vegetales y la pasta estén listos, en pocos minutos, ya tienes la sopa.

En todas las gastronomías del mundo encontramos estos platos a la sartén y en el caso de la cocina italiana tenemos la piccata, un plato variado que lleva alimentos todos picaditos, que se saltean en aceite con hierbas y otros condimentos.

Ingredientes de la piccata de pollo

• muslos de pollo
• aceite de oliva
• 1 taza de vino blanco
• zumo de 1 limón
• alcaparras
• 3 cucharadas con dados de mantequilla
• sal
• pimienta negra
• perejil picado

Preparación de la piccata de pollo

Es mejor utilizar muslos de pollo porque no son tan secos como las pechugas, pero todo depende del gusto, Es conveniente retirar la piel y la grasa así es más sano. Pasas los muslos de pollo por harina, los sacudes un poco para retirar el exceso y los salteas en una sartén con aceite de oliva hasta dorarlos de ambos lados. Retiras de la sartén, conviene que sea amplia, y le pasas un papel de cocina para limpiarla lo más posible.

Agregas allí mismo el vino blanco y el zumo de limón. Cocinas revolviendo de vez en cuando hasta que el alcohol del vino se haya evaporado y el líquido se haya reducido. Después agregas la mantequilla y las alcaparras hasta que la mantequilla se derrita y combine todo. Apagas el fuego, condimentas con sal y pimienta y más limón si quieres. Devuelves los muslos de pollo a la sartén cubriéndolos con la salsa y a lo último espolvoreas con perejil picado.

Conozco gente muy maniática de los gérmenes y los olores que lava todo, hasta la carne que va a utilizar. Pero eso no es recomendable. Tal vez ya oíste hablar de esto pero no estás seguro de porqué no se recomienda lavar la carne de vaca, cerdo o pollo antes de usarla.

Es cierto que la carne en estado crudo tiene bacterias, en la carne y los zumos, pero si la lavas pueden contaminar otras comidas, superficies y utensilios. Es lo que se llama contaminación cruzada. Es decir, tratando de hacer las cosas bien y ser limpia mucha gente lava la carne para eliminar las bacterias pero eso ayuda a la contaminación cruzada y además no solo eso, hay bacterias que están tan agarradas a la carne que no se pueden eliminar no importa como y cuanto se lave.

Así, mientras la limpiamos podemos esparcir las bacterias por toda la cocina y no importa si después te dedicas a limpiar todo con lejía, siempre algo puede quedar. Lo cierto es que la mejor manera de eliminar las bacterias de las carnes es cocinándolas. El calor y la cocción matan las bacterias mucho más que el mejor lavado que puedas darle.

Muchas veces compramos alguna fruta que todavía no está madura y debemos esperar que madure para consumirla. Es el caso de los mangos, melocotones, aguacates y una larga lista. A veces incluso las pedimos maduras para poder comerlas ese mismo día, pero a veces no hay y no queda otra que llevarlas a casa y esperar.

Entonces, en ese caso, nuestro consejo de hoy es que no coloques las frutas en cuestión en un plato o sobre la mesa, a la espera de esa maduración que llevará algunos días. Lo mejor es colocarlas en una bolsa de red o una jaula y colgarlas en algún lado de la cocina. Este método evita que se ablanden en ciertas áreas que a la postre se pudrirán más rápido que el resto de la fruta.

Esto no sucede si nos acordamos de mover las frutas una vez al día pero como es muy probable que lo olvidemos la opción es colocarlas en la bolsa de red o estante de alambre y colgarlas. La idea es buena y útil así que esperamos que te decidas a implementarla. ¿Qué te parece?

La pasta nos encanta en sus mil maneras de cocinarla. Fría o tibia en ensaladas también es muy sabrosa y es tan versátil que la podemos combinar tanto con carne como con pescado, como en la receta de hoy: pasta con mejillones y espinacas… ¡pero sin gluten!

Ingredientes de la pasta con espinacas y mejillones

• pasta libre de gluten
• 450 gramos de mejillones
• 1 cucharada grande  de aceite de oliva extra virgen
• 1 cucharadita de orégano deshidratado
• 1 diente de ajo picado
• pimienta negra
• espinacas

Preparación de la pasta con espinacas y mejillones

Primero cocinas los mejillones en agua hirviendo, en una olla grande para que haya espacio al momento de abrirse. Deja que el agua espume y suba alrededor de un minuto. Después cuelas los mejillones y dejas correr agua fría sobre ellos.

Llevas otra olla con agua al fuego y cuando hierva blanqueas las espinacas. Puedes cocinar con espinacas congeladas y si es así colocas el paquete abierto en el fondo y llevas a hervor. Mientras tanto sacas de sus conchas los mejillones y descartas los que no se abrieron. Como blanqueaste las espinacas no es necesario descartar el agua así que allí cocinas la pasta previo agregado de un poco de sal.

Cuelas la pasta, picas algo la espinaca, cuidas de que no tengan mucha agua y pasas a un bowl todo. Agregas los mejillones, el aceite de oliva el orégano y la pimienta negra recién molida. Si te gustan las hierbas frescas puedes utilizarlas picadas en este momento final.