Debido a sus niveles de glucosa, los diabéticos deben someterse a una estricta dieta libre de azúcares simples, es decir aquéllas presentes en el azúcar blanco, los dulces, la miel, las golosinas, las gaseosas, los jugos sintéticos, los amasados de pastelería, los helados, postres y galletitas dulces, entre otros alimentos.

A pesar de que una nutrición para diabéticos equilibrada está en estrecha relación con el consumo de azúcares no están excentos los hidratos de carbono compuestos, alimentos que también deben ser controlados.

Lo ideal es que las personas que sufren de diabetes consuman por día unos 100 gramos de patata, batata, choclo, pastas o cereales, acompañados siempre de verduras de hoja.

Si bien las frutas por lo general son saludables, los diabéticos deben limitarlas y consumir tan sólo una o dos por día. En el caso de la platano, lo mejor es no superar la media fruta por semana o bien se puede reemplazar por 15 uvas o 3 higos.

En cuanto al resto de los alimentos, la rutina debe ser similar a la de cualquier persona aunque lo mejor es comer en forma variada y en proporciones que se adecuen a la edad, peso y actividades del paciente. Por otra parte, es importante que realice cuatro comidas.